Estimadas familias:
En nuestra sociedad
actual hemos de convivir con unas nuevas herramientas muy útiles:
las nuevas tecnologías. Es un hecho que nuestros hijos y alumnos
trabajan, juegan o hacen algún tipo de uso de móviles, tablets,
ordenadores, etc al amparo de Internet, y es responsabilidad nuestra
que ese uso sea el adecuado.
Todos los adultos
sabemos que hay páginas web no aptas para menores, y muchas otras
incluso ilegales, pero la interacción con la red va más allá de
esta dicotomía. Implica que seamos conscientes de la huella digital
que dejamos en la red de diversas formas. Los vídeos que subimos a
youtube, las imágenes y otros comentarios que dejamos en las redes
sociales generales (Facebook,
Tuenti, Twitter, Myspace…) y profesionales (Xing, Viadeo,
Linkedin…) whatsapp, email, blogs, etc, configuran un rastro que
como usuarios dejamos en Internet. A través de ellos, cualquier
persona, aunque no nos conozca, puede llegar a reunir información
sobre nosotros, y es posible que no nos interese que todo el mundo
tenga esta información:
¿Queremos que
cualquiera tenga acceso a nuestras fotos y vídeos personales?.
Aunque solo
compartamos estas imágenes con nuestros íntimos, tipificados como
“amigos” en nuestros perfiles, estos tienen a su vez otros, y los
otros, también tienen los suyos, formando así una cadena sobre la
que no tenemos ningún control.
¿Deseamos que
nuestros hijos o alumnos mantengan correspondencia, tal vez secreta
con otros menores, que tal vez sean adultos digitalmente
disfrazados?.
Pensemos muy bien
qué tipo de control vamos a ejercer sobre el uso de las redes
sociales, si autorizamos como padres a hijos menores de 14 años a
entrar en las mismas.
Al subir una foto
donde además de nosotros salen otras personas, estamos jugando con
el derecho de las mismas sobre su propia imagen, e incluso
metiéndonos en graves problemas si se trata de menores.
En las noticias
aparecen casos casi subrealistas, como el de los padres que reciben
una llamada no identificada indicando que su hijo, (que está en una
estancia en el extranjero debido a una beca Erasmus), ha sido
secuestrado, y que tienen dos horas para hacer una transferencia de
dinero para pagar este rescate. Los padres, tras comprobar que su
hijo está perfectamente, ponen el caso en conocimiento de la
policía. ¿Cómo han sabido los extorsionadores que este chico no
está en casa?.
Dicho así, parece
que los servicios de la comunicación 2.0 son el enemigo, cuando en
realidad son herramientas muy útiles, cuando se hace un uso
responsable de las mismas. Pensemos en la cantidad de veces que hemos
conseguido aclarar una duda de Matemáticas u otras asignaturas
gracias a los vídeos explicativos de otros usuarios, o sus
aclaraciones a través de un blog. Como profesora de Matemáticas,
considero imprescindible que mis alumnos tengan mi correo
electrónico, por si desean preguntarme dudas fuera de horario
escolar, mandarme trabajos, o un ejercicio extra que quieren que les
corrija, enviándome la foto que acaban de realizar sobre su propio
cuaderno.
Los servicios web
son algo parecido a un conjunto de medicinas y vitaminas diversas.
Deben tomarse en las circunstancias adecuadas y siempre en su justa
proporción.
Por todo ello, es
muy importante que padres y educadores tengamos en cuenta estos
consejos:
1) Hablar con los
hijos sobre la importancia del uso responsable de las nuevas
tecnologías y la importancia de configurar una identidad digital
adecuada a través de la red: subir fotos personales supone perder el
control sobre las mismas. Antes de hacer click en “Upload”
deberíamos pensar: ¿cómo me sentiría si una persona cualquiera
viera esta imagen mía?. Así por ejemplo, como profesora no tengo
ningún inconveniente ni reparo en que cualquier usuario acceda a mis
vídeos explicando contenidos de Matemáticas.
2) Controlar el uso
de Internet que hacen los menores de edad en todo momento, (aunque
sea solo para utilizar Google para un trabajo del colegio).
3) Hacer hincapié
en la importancia de que una aceptación sana por parte de los demás,
no está asociada al exhibicionismo a través de la red. Es más,
este exhibicionismo puede llamar la atención de usuarios bajo ningún
concepto deseados (pederastia).
4) Hablar de
conceptos relacionados con riesgos que conlleva el uso irresponsable
de Internet, o asociados a estafas: Phishing, Grooming, Cyberbulling,
etc.
5) Consejos
importantes:
-
No entrar en páginas Web sospechosas.
-
No facilitar nuestras contraseñas a nadie y modificarlas periódicamente.
-
En el uso del correo electrónico, cuando se mande una misma información a varios contactos se debe usar el CCO (correo con copia oculta) para no mostrar los contactos a los demás destinatarios.
-
Realizar transacciones comerciales en páginas Web seguras, es decir, deben tener una 's' después del http (https//www.seguro.es).
-
Controlar el uso de la Webcams y cuando no estén en uso, taparlas o quitarlas pues pueden ser encendidas por control remoto sin darnos cuenta.
-
No compartir libremente los datos de geolocalización pues
todos sabrán dónde estás y dónde no.
-
Por defecto, en la mayoría de Webs donde se registran los menores para subir contenidos como blogs, redes sociales, webs de almacenamiento de archivos… debemos indicar un perfil de protección de la privacidad, es decir, con quien comparto y quien puede ver mi información.
-
La configuración de la privacidad puede resultar complicada y engorrosa, todo dependerá de la Web y de los parámetros que queramos o podamos configurar, aunque hay dos perfiles que podremos encontrar en casi todas: Público o Privado:
-
Un perfil público es en el que toda la información es visible por todo usuario.
- Un perfil privado es el que sólo comparte la información con las personas que tienen permiso para ello.
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